Adán Augusto López enfrenta licencia y desafuero por nexos con narcotráfico

Adán Augusto López Hernández, senador y exgobernador de Tabasco, se encuentra en el ojo del huracán tras ser señalado como presunto colaborador de la mafia local. Las acusaciones, que datan desde 2024, resurgieron con fuerza esta semana, obligándolo a reaparecer en el Consejo Nacional de Morena después de días de ausencia. Sus allegados filtran que evalúa solicitar licencia para enfrentar el proceso sin protección legislativa. El escándalo ha dividido a su partido, con algunos exigiendo su salida y otros defendiéndolo. El contexto no favorece a López Hernández. Desde su fracaso en la contienda por la candidatura presidencial de Morena, su imagen se ha visto opacada por denuncias de corrupción y nexos con grupos criminales. Aunque declaró un patrimonio millonario antes de asumir como gobernador, las sospechas de enriquecimiento ilícito persisten.

Su desaparición temporal, en medio de las acusaciones, alimentó rumores de fuga, hasta que reapareció tras un llamado público de la presidenta Claudia Sheinbaum para que aclarara su situación. Las consecuencias podrían ser severas. La oposición, liderada por PAN, PRI y MC, exige su desafuero si no renuncia voluntariamente. Incluso dentro de Morena, figuras como gobernadores y diputados presionan para que abandone el cargo. Si se comprueban los vínculos con el narcotráfico, López Hernández no solo perdería su escaño, sino que enfrentaría procesos penales. El caso marca un punto crítico en su carrera, que pasó de las aspiraciones presidenciales al descrédito público. La fiscalía ya investiga, y su futuro político pende de un hilo.