Bukele consolida autoritarismo en El Salvador bajo pretexto de seguridad

La presidencia de Nayib Bukele en El Salvador ha marcado un giro hacia el autoritarismo, justificado por su guerra contra las pandillas. Medidas como el régimen de excepción, vigente desde 2022, han reducido la violencia pero a costa de suspender garantías constitucionales. Analistas señalan que la población, cansada de décadas de inseguridad, avala estas acciones. Expertos como Carlos Martínez de El Faro advierten que el modelo de Bukele

erosiona la democracia. El uso de tribunales y leyes a medida para perpetuarse en el poder refleja una estrategia similar a otros regímenes autoritarios. La comunidad internacional observa con preocupación el declive institucional en el país. Las consecuencias a largo plazo incluyen polarización social y un posible retroceso en derechos humanos. Mientras, Bukele mantiene altos niveles de popularidad, aprovechando el miedo ciudadano para consolidar su proyecto político.