El café no da energía: solo engaña al cerebro, revela la ciencia

El café no proporciona energía como tal, sino que actúa como un engaño al cerebro al interferir con la adenosina, sustancia que regula el sueño. Según la divulgadora Sandra Ortonobes, la cafeína ocupa los receptores de adenosina, evitando que el cuerpo detecte el agotamiento. Este mecanismo crea una falsa sensación de alerta, aunque el cansancio físico persiste. Estudios del Consejo Europeo de Información sobre Alimentación respaldan esta teoría, señalando que la cafeína estimula neurotransmisores como la dopamina, mejorando temporalmente la concentración. Sin embargo, el efecto es pasajero.

Una vez metabolizada la cafeína, la adenosina acumulada provoca fatiga repentina, conocido como bajón. Este fenómeno puede generar somnolencia y falta de rendimiento, especialmente en consumidores habituales. Investigaciones en Psychopharmacology advierten que la dependencia a la cafeína puede causar síntomas como dolor de cabeza o irritabilidad al suspender su consumo. Aunque el café en dosis moderadas (hasta 400 mg diarios) tiene beneficios como mayor concentración, su exceso o consumo nocturno altera el sueño. Expertos recomiendan evitar su ingesta en horas tardías para prevenir insomnio y otros efectos adversos, especialmente en personas sensibles a la cafeína.