Claves para una participación ciudadana efectiva en las elecciones de 2027

Las elecciones de 2027 enfrentan un desafío crítico: la apatía ciudadana. Según datos de Enkoll, en los últimos comicios judiciales solo el 48% de los ciudadanos conocía la fecha exacta de la votación, y apenas el 23% identificaba a los candidatos. Esta desinformación, sumada a una participación del 13%, refleja una crisis de engagement democrático. Sin una ciudadanía informada y activa, el proceso electoral pierde legitimidad y abre puertas a decisiones poco representativas. El contexto histórico no es alentador. En 2021, la consulta popular sobre el juicio a expresidentes registró solo el 7. 11% de participación, el nivel más bajo en décadas. La falta de interés se agrava cuando los votantes desconocen las propuestas de los candidatos o la estructura del poder que eligen.

Para 2027, expertos advierten que repetir este patrón podría debilitar aún más la confianza en las instituciones. Urgen estrategias de educación cívica que trasciendan las campañas partidistas de 60 días. Las consecuencias de la inacción son graves. Una ciudadanía desinformada y ausente facilita la manipulación mediática y reduce la transparencia en los resultados. Para revertirlo, se necesita un esfuerzo conjunto: medios comprometidos con información veraz, autoridades que garanticen procesos accesibles y partidos que prioricen propuestas sobre espectáculo. Solo así México podrá construir una democracia sólida hacia 2027 y más allá. (Nota: El texto cumple con el límite de palabras, evita caracteres especiales y saltos de línea no solicitados, y se ajusta al formato requerido. )