Huachicol de Estado: el lucrativo negocio que supera al narcotráfico en México

El huachicol fiscal, una modalidad de robo de combustible a gran escala, se ha convertido en un negocio más rentable que el narcotráfico en México, según fuentes cercanas al crimen organizado. Esta práctica implica la importación ilegal de combustibles desde Estados Unidos para su venta en territorio mexicano, evadiendo impuestos y obteniendo ganancias exorbitantes. A diferencia del huachicol tradicional, que consiste en el robo directo de ductos de Pemex, este esquema opera con la complicidad de funcionarios públicos, lo que lo convierte en un huachicol de Estado. El huachicol fiscal opera con impunidad gracias a la colusión de autoridades y redes criminales. Según analistas, este delito mueve miles de millones de pesos anuales, superando incluso los ingresos del narcotráfico.

La falta de controles aduanales y la corrupción en sectores estratégicos facilitan el flujo ilegal de combustibles, generando pérdidas millonarias para el erario público. Además, este negocio implica menos riesgos que el tráfico de drogas, ya que evade la violencia asociada a los cárteles. Las consecuencias de este fenómeno son graves: desvío de recursos públicos, aumento en los precios de los combustibles y debilitamiento de las instituciones. Mientras el gobierno afirma combatir la corrupción, la persistencia del huachicol fiscal revela fallas estructurales en la fiscalización y la rendición de cuentas. Expertos señalan que, sin una estrategia integral que ataque las redes de complicidad, este delito seguirá creciendo, consolidándose como una amenaza para la economía y la seguridad nacional.