Inseguridad y abandono de servicios opacan el primer año de gestión de López Casarín en Álvaro Obregón

La gestión de Javier López Casarín al frente de la alcaldía Álvaro Obregón cumple su primer año marcada por un notable incremento en la percepción de inseguridad y un abandono generalizado de los servicios públicos. Los hechos son contundentes: la percepción de inseguridad entre los ciudadanos escaló del 50. 3% al 60%, un aumento de diez puntos porcentuales.

Paralelamente, la demarcación descendió tres lugares en los rankings de seguridad y registró un alarmante repunte en feminicidios, con nueve casos durante esta administración. La crisis se agravó con la implicación de policías auxiliares de la alcaldía en el feminicidio de una joven en agosto de 2025, erosionando aún más la confianza ciudadana en las autoridades.

El contexto de estas problemáticas se enmarca en las promesas incumplidas de una alcaldía modelo. El alcalde se comprometió a duplicar la plantilla policial y equiparla con tecnología como bodycams y drones, acciones que no se han materializado con resultados visibles.

En materia de servicios e imagen urbana, el panorama es igual de desolador.

El ejercicio del presupuesto destinado a obras y servicios es apenas del 10% para el primer semestre, con un avance general de gasto de solo 36. 5%, muy por debajo del 50% esperado. Vecinos de colonias como San Ángel, El Pedregal y Barrio Norte reportan a través de redes sociales baches, fugas de agua, luminarias apagadas y abandono de espacios públicos, evidenciando una gestión lenta e ineficaz.

Las consecuencias de esta gestión son una creciente indignación ciudadana y señalamientos políticos. La diputada local Liz Salgado ha denunciado la falta de sensibilidad del alcalde y la ausencia de gobernabilidad, presentando puntos de acuerdo en el Congreso que no han sido respaldados por la bancada mayoritaria de Morena.

Salgado hizo un llamado a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, para que intervenga ante los hechos documentados que afectan la calidad de vida de los habitantes. La combinación de inseguridad creciente, desatención de servicios básicos y un opaco manejo financiero pinta un futuro complicado para los siguientes dos años de la administración de López Casarín, lejos de cumplir con las expectativas de una alcaldía modelo y funcional..