Manifestantes en Zacatecas rechazan la Presa Milpillas por considerarla una amenaza ambiental y social

Decenas de manifestantes marcharon por las calles de Zacatecas para expresar su firme oposición al proyecto de la Presa Milpillas, declarado obra prioritaria por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. La movilización, convocada por el Movimiento en Defensa del Territorio y el Río Atenco, junto con otras organizaciones, recorrió el centro de la ciudad hasta llegar a la presidencia municipal. Los asistentes corearon consignas contra la obra y mostraron su descontento con el alcalde Daniel Cisneros Esparza, a quien acusan de promover activamente la construcción de la presa. El acto concluyó con la lectura de un pronunciamiento oficial frente a las autoridades locales. Las organizaciones civiles argumentan que el proyecto carece de sustento técnico y científico, basándose únicamente en un estudio de factibilidad de 2018 que califican de plagado de falsedades y omisiones. Según datos de la CONAGUA que ellos mismos citan, los cinco acuíferos de la región centro presentan un déficit crítico de 262.

5 millones de metros cúbicos anuales. Afirman que la presa Milpillas sólo aportaría 41 millones, por lo que se necesitarían siete presas similares para cubrir mínimamente la demanda hídrica, lo que evidencia la inviabilidad de la solución propuesta. Las consecuencias ambientales y sociales serían irreversibles. El manifiesto alerta que la obra desviaría el 92% del caudal del Río Atenco, lo que significaría su muerte ecológica y, con ello, la destrucción de los medios de vida de las comunidades que dependen de él desde tiempos ancestrales. Los colectivos denuncian que los gobiernos emplean mentiras, coerción y criminalización de la protesta para imponer estos proyectos, tal como ha ocurrido en Jalisco, Nayarit y Oaxaca, resultando en desplazamientos forzados y mayor pobreza. Exigen a la presidenta Sheinbaum que cumpla su palabra de cancelar el proyecto si la comunidad se opone.