Padres buscan a su hijo desaparecido por 14 años y encuentran una nueva familia en el dolor

Alfonso Moreno y Lucía Baca llevan 14 años buscando a su hijo Alejandro, desaparecido en 2011. Su historia refleja el dolor de miles de familias en México que enfrentan la impunidad y la indiferencia del Estado. A través de marchas, exposiciones y caravanas, han convertido su lucha en un símbolo de resistencia. La exposición Huellas de la Memoria muestra sus zapatos gastados, grabados con frases de amor y esperanza, como testimonio de su búsqueda incansable. El caso de Alejandro, ingeniero del Tec de Monterrey, se suma a las más de 100,000 desapariciones en México. Lucía relata cómo las autoridades borraron registros durante el sexenio pasado, eliminando pistas clave. Lo desaparecieron dos veces:

físicamente y de los archivos, denuncia. Junto a otros padres, han enfrentado revictimización y abandono social, pero encontraron consuelo en una nueva familia: la de quienes tampoco se rinden. La desaparición de un hijo cambia todo. Lucía confiesa que incluso la música dejó de ser un consuelo hasta años después. La Navidad se convirtió en un recordatorio de la silla vacía. Sin embargo, el nacimiento de sus nietos les dio fuerza para seguir. Sabemos que el tiempo corre en contra, pero nuestro amor nunca dejará de buscarlo, afirma. Su lucha, como la de muchas otras familias, sigue viva en cada paso, en cada suela gastada, en cada grito de justicia.