Padres desesperados buscan a sus hijos desaparecidos en México sin ayuda oficial

La angustia invade a familias como la de Bernardo Arreola, quien busca a su hijo Diego desde hace dos años. Las autoridades se niegan a revisar cámaras de seguridad en la zona donde desapareció, alegando fallas técnicas. Mientras tanto, padres como Bernardo dejan sus trabajos para unirse a las búsquedas, arriesgando su estabilidad laboral. La desaparición de Diego ocurrió cerca de una gasolinera en la colonia Las Águilas, pero las pistas se pierden por la falta de colaboración oficial. Las familias denuncian extorsiones y falsas pistas, como llamadas

que exigían dinero a cambio de información falsa sobre el paradero de sus seres queridos. A pesar de las denuncias, no hay avances en las investigaciones. La crisis de desapariciones en México no distingue género, y cada día más padres se suman a la búsqueda con picos y palas. La falta de acción gubernamental profundiza su dolor, mientras el tiempo reduce las esperanzas de encontrar con vida a los desaparecidos. Historias como la de Diego reflejan un patrón de impunidad y abandono institucional que urge atender.