El reguetón ayuda a combatir el Parkinson según estudio neurológico reciente

Un estudio publicado por el National Center for Biotechnology Information reveló que el reguetón estimula áreas del cerebro relacionadas con el movimiento y la coordinación. Investigadores analizaron resonancias magnéticas de 28 personas mientras escuchaban diferentes géneros musicales sin letra. Los resultados mostraron que el reguetón activó significativamente más regiones motoras y auditivas en comparación con otros estilos como la música clásica o electrónica. El neurocirujano Jesús Martín-Fernández, líder del estudio, destacó que los ritmos repetitivos de este género favorecen la liberación de dopamina, neurotransmisor clave en el control muscular. La enfermedad de Parkinson, que afecta a millones en el mundo, se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas productoras de esta sustancia. Aunque no existe cura, terapias no farmacológicas como esta abren nuevas posibilidades de tratamiento. El hallazgo refuerza investigaciones previas sobre los beneficios de la música en enfermedades neurodegenerativas. Desde los años 50, se conocía que ritmos simples mejoraban temporalmente la fluidez motora en pacientes.

Sin embargo, este es el primer estudio que demuestra la superioridad del reguetón frente a otros géneros. Los ganglios basales, responsables de iniciar y modular movimientos, respondieron con mayor intensidad a sus patrones rítmicos. Esto explicaría por qué pacientes recuperan coordinación al escuchar canciones de artistas como Bad Bunny o Karol G. Más allá del Parkinson, la técnica podría aplicarse en el manejo de otras condiciones como el Alzheimer o la esclerosis múltiple. Los expertos advierten que la música clásica, tradicionalmente asociada a beneficios cognitivos, resultó menos efectiva por su complejidad melódica. En cambio, la predictibilidad del reguetón facilita la sincronización neuronal. IMETISA, centro donde se realizó la investigación, ya explora protocolos terapéuticos basados en estos hallazgos. Mientras la ciencia avanza, millones de pacientes encuentran esperanza en un género que traspasa fronteras culturales para convertirse en aliado de la salud cerebral.