El amor como decisión política: claves para reconstruir un mundo en crisis

En un contexto marcado por guerras, crisis climática y polarización, la abogada y filósofa Ross Barrantes plantea que el amor es una herramienta política transformadora. Según su análisis, elegir la verdad, el bien común y la construcción colectiva —aun cuando contradiga intereses individuales— es el antídoto contra la destrucción que domina los titulares. Barrantes recuerda que, desde Kant hasta Aristóteles, la ética exige acciones concretas: cuestionar las mentiras del poder, asumir responsabilidades ambientales y practicar la empatía en decisiones cotidianas. La autora vincula la actual desconexión social con la renuncia a ejercer la razón crítica. Frente a la manipulación informativa y los discursos extremistas, propone recuperar

el equilibrio aristotélico: ni negacionismo ni pánico climático, ni relativismo ni dogmatismo. Ejemplos como médicos en zonas de guerra o jóvenes activistas ambientales demuestran, para ella, que el amor se traduce en elecciones valientes. Las consecuencias de ignorar este enfoque son palpables: sociedades fragmentadas, líderes corruptos y un planeta al borde del colapso. Barrantes insiste en que la virtud es un hábito: cada acto de justicia, cada voto informado o gesto de solidaridad cultiva un mundo más amoroso. La pregunta ¿dónde está el amor? se responde, concluye, en la suma de decisiones individuales que priorizan la dignidad humana sobre la comodidad o el egoísmo.