Arancel a tomates mexicanos genera temor de represalias en sector empresarial de EU

La decisión de la Administración Trump de imponer un arancel del 20. 91% a las importaciones de tomate mexicano ha encendido alarmas en el sector privado estadounidense. Una coalición de 31 grupos empresariales, liderada por la Cámara de Comercio de EU, envió una carta al secretario de Comercio pidiendo reconsiderar la medida. Argumentan que el acuerdo vigente desde 1996 ha garantizado estabilidad en el suministro, con el 61% de los tomates en EU provenientes de México. El contexto revela que esta medida responde a presiones de productores de Florida, pero podría desencadenar consecuencias económicas graves. Según un estudio de la Universidad de Texas A&M, el tomate mexicano genera derramas económicas de 8,300 millones de dólares anuales y sostiene 46,000 empleos en estados como Texas y Arizona.

La terminación del acuerdo afectaría no solo a agricultores, sino también a las cadenas de logística, restaurantes y minoristas. Las consecuencias ya se vislumbran en posibles aumentos de precios. Un análisis del American Action Forum proyecta que el arancel elevaría los precios del tomate entre 7% y 11%, impactando a consumidores y negocios. Además, existe el riesgo de que México responda con aranceles a otros productos estadounidenses, lo que agravaría las tensiones comerciales bilaterales. La coalición empresarial insiste en que actualizar el acuerdo, en lugar de cancelarlo, sería la solución más equilibrada para ambas economías.