Asesinato de agentes en Capilla del Angelito Negro conmociona a Pachuca

Dos agentes de Investigación, Vicente Monroy y Paulino Castaña, perdieron la vida tras ser atacados por miembros de una secta en la Capilla del Angelito Negro, un recinto dedicado a la Santa Muerte en Pachuca. Los oficiales acudieron el sábado pasado para entregar una orden de restricción, pero fueron sometidos y asesinados en el interior del lugar, conocido por sus rituales oscuros y simbología demoníaca. El inmueble, decorado con figuras de demonios y ofrendas, permanece cerrado bajo custodia de las autoridades. El hecho ocurrió en La Loma, una zona semidespoblada donde la capilla destaca por sus muros color guinda y un portón negro. Testigos describen que los agentes ingresaron alrededor de las 13:00 horas, pero nunca salieron con vida.

Según investigaciones preliminares, los atacantes pertenecían a un grupo que realiza rituales en honor al demonio, evidenciados en transmisiones en vivo de Facebook, donde promocionaban servicios esotéricos. Las víctimas, con décadas de servicio, fueron rescatadas sin vida el domingo, luego de sufrir torturas. La Procuraduría mantiene el lugar bajo resguardo, mientras familiares exigen justicia. Este crimen ha reavivado el debate sobre la regulación de cultos en México y la seguridad de los cuerpos policiales. La capilla, ahora sellada con cintas amarillas, se ha convertido en un símbolo de la violencia que enfrentan las autoridades en el ejercicio de sus funciones.