Caro Quintero enfrenta posible pena de muerte por crimen de agente de la DEA en 1985

El caso contra Rafael Caro Quintero, líder del extinto Cártel de Guadalajara, avanza hacia un posible desenlace histórico. La fiscalía estadounidense insiste en aplicar la pena capital por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena en 1985. Como evidencia, se presentarán 30 grabaciones telefónicas, informes de autopsias y documentos que vinculan al capo con tráfico de drogas y crímenes ordenados durante su mandato. La audiencia definitiva está programada para el 18 de septiembre en Nueva York. El contexto del caso revela la magnitud de los cargos. Caro Quintero, conocido como el Narco de Narcos, fundó uno de los cárteles más poderosos de los años 80, especializado en marihuana. Su caída comenzó tras el operativo en su rancho El Búfalo, donde se incautaron

10 mil toneladas de droga. Camarena, quien participó en esa investigación, fue secuestrado y asesinado en venganza. Aunque el capo fue capturado y liberado en 2013 por un tecnicismo legal, su reciente extradición a EE. UU. en 2022 reabrió el caso. Las consecuencias legales podrían marcar un precedente. La defensa de Quintero alega prescripción y falta de pruebas contundentes, mientras la fiscalía argumenta que las grabaciones demuestran su crueldad. Si se aprueba la pena de muerte, sería un mensaje contundente contra el narcotráfico. Sin embargo, el fallo también podría reavivar tensiones entre cárteles, ya que se rumora que Caro Quintero mantuvo alianzas criminales incluso tras su encarcelamiento. El 18 de septiembre se definirá si el capo enfrenta la máxima condena o si su legado de impunidad persiste.