Caso Colosio: Juez dicta prisión para nuevo implicado tras 31 años del magnicidio

Un juez federal decretó prisión preventiva para Sánchez Ortega por su probable participación en el homicidio calificado de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en 1994. Esta decisión judicial reactiva uno de los episodios más oscuros de la historia política mexicana después de más de tres décadas.

La medida se produce sin que se hayan dado a conocer nuevas pruebas forenses o testimonios recientes que sustenten la detención, según informaron fuentes cercanas al caso. Para el abogado constitucionalista Pablo Zamudio, esta reactivación permite al gobierno sostener una narrativa de que la justicia, aunque tardía, llega.

Señaló que el expediente se encuentra marcadamente debilitado por décadas de irregularidades, omisiones y silencios oficiales. Advirtió que esta decisión refleja una tendencia institucional preocupante donde la justicia histórica avanza mientras la del presente permanece estancada.

Zamudio ironizó afirmando que con este precedente no sería extraño reabrir crímenes centenarios bajo el pretexto de encontrar otro involucrado.

El especialista puntualizó que reabrir un expediente histórico es políticamente cómodo, ya que no confronta a actores ni estructuras de poder vigentes. En cambio, casos urgentes como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa o miles de homicidios sin resolver continúan sin avances sustanciales.

La justicia del pasado se activa porque ya no incomoda, mientras que la justicia del presente, con efectos reales e inmediatos, se aplaza sistemáticamente. Analistas coinciden en que el regreso del caso Colosio genera más preguntas que respuestas.

Para el abogado penalista Adrián Arellano, será vital vigilar que este proceso respete las garantías del debido proceso y no sea solo un acto mediático. La fiscalía tendrá que demostrar de manera contundente la vinculación del detenido con los hechos, una tarea compleja dada la precariedad de la evidencia tras 31 años.

El caso subraya que los efectos procesales de un crimen pueden prolongarse indefinidamente, pero la verdad judicial se vuelve más esquiva con el paso del tiempo..