Conferencias de Sheinbaum pierden credibilidad por preguntas polémicas y falta de transparencia

Las conferencias matutinas de la presidenta Claudia Sheinbaum han generado controversia por incluir temas triviales, como preguntas sobre ovnis, y por la sospecha de intervenciones previamente acordadas. Analistas señalan que estos espacios, financiados con dinero público, se han convertido en un medio para controlar narrativas en lugar de informar. El caso de Lord Molécula, quien planteó una cuestión sin relevancia, ejemplifica la falta de rigor periodístico. Además, se ha cuestionado el costo de estas transmisiones y la participación de asistentes que no representan a medios independientes. El contexto político agrava la situación, ya que Sheinbaum ha tenido que responder a temas delicados, como la investigación contra Enrique Peña Nieto, sin ofrecer claridad. Su declaración sobre la consulta para enjuiciar expresidentes generó confusión, al sugerir que la justicia depende del voto popular.

También enfrentó preguntas sobre corrupción en el Estado de México, donde periodistas han sido amenazados por exponer casos. Estos incidentes reflejan la opacidad que rodea a las mañaneras y su desvío de los principios de transparencia. Las consecuencias incluyen un creciente escepticismo hacia el gobierno. Mientras diputados en Puebla reforman una ley contra el ciberacoso, críticos denuncian intentos de censura, como los ataques al periodista Héctor de Mauleón. La reunión entre Gobernación y el INE sobre procesos electorales tampoco ha calmado las dudas sobre imparcialidad. Con cada conferencia, la percepción de que las mañaneras son un instrumento de propaganda se consolida, erosionando la confianza ciudadana en las instituciones.