Conflicto en Parque Hidalgo: Artesanos Indígenas Desalojados por la Policía Municipal

Durante los últimos años, la zona oeste del Parque Miguel Hidalgo y Costilla ha sido un punto de comercio estable para vendedores ambulantes, entre los que destaca un grupo de artesanos indígenas que ofrecen sus productos. Sin embargo, la semana pasada, el Departamento de Reglamentos, respaldado por un contingente significativo de la policía municipal, procedió a desalojarlos de manera violenta.

El operativo resultó en el arresto de varios comerciantes y en una mujer indígena que sufrió lesiones en un brazo al ser inmovilizada por varios agentes, un acto que ha sido denunciado por no seguir los protocolos adecuados. Este evento marca un punto álgido en una serie de tensiones que se han venido registrando desde el año pasado.

El contexto de esta problemática es complejo y se enmarca en la regulación del espacio público. El parque es utilizado de forma habitual por una gran variedad de comerciantes informales, especialmente durante festividades cívicas y religiosas como La Romería de Verano o el Día de Muertos.

Para muchos de estos vendedores, esta actividad representa un complemento esencial a sus escasos ingresos. No obstante, la aplicación de las normas parece ser inconsistente, ya que mientras se reprime a los artesanos, otros actores como los restaurantes colindantes o los conjuntos musicales operan con permisos, generando una percepción de trato preferencial.

Las consecuencias inmediatas han sido la denuncia pública por una presunta actuación discriminatoria contra la población indígena, el sector más vulnerable de los comerciantes. La ciudadanía y los afectados exigen saber quién dio la orden para el despliegue policial, responsabilidad que recaería en el Presidente Municipal o el Director de Reglamentos.

De no mediar una solución que evalúe todas las aristas del conflicto, se corre el riesgo de profundizar la desigualdad y dañar el comercio cultural, como la muy valorada venta de libros usados. Una solución justa y equitativa requiere de diálogo, autocontrol y una aplicación uniforme de la ley para todos los que utilizan el Parque Hidalgo, evitando decisiones apresuradas que solo perjudican a la comunidad..