Despicadora en Tampico lucha por alimentar a su familia ante crisis económica

María Teresa Armendáriz, despicadora de camarón en Tampico, vive una situación crítica al no poder comprar alimentos básicos como huevo o carne. Con ingresos de apenas 40 pesos diarios, su dieta se reduce a frijoles y tortillas. Las lluvias y el desbordamiento del río Tamesí agravan su precariedad, obligándola a proteger su hogar en el sector Moscú. Protección Civil ya le ofreció trasladarse a un albergue, opción que

considera para salvaguardar a su familia. La veda de camarón y las suspensiones laborales anunciadas por los empresarios camaroneros profundizan su incertidumbre. Armendáriz, viuda y sin apoyo, prioriza la seguridad de sus seres queridos sobre sus pertenencias. Me iré cuando el agua llegue aquí, declaró, resignada a abandonar su casa temporalmente. Esta crisis refleja el impacto de factores climáticos y económicos en las comunidades vulnerables de Tamaulipas.