Frutos secos: superalimento clave para salud cerebral y cardíaca

Los frutos secos, como almendras y nueces, son reconocidos por su alto valor nutricional. Contienen grasas saludables, proteínas vegetales y antioxidantes que benefician al organismo. Estudios de The American Journal of Clinical Nutrition confirman que consumirlos tres veces por semana previene la pérdida de memoria y reduce la inflamación asociada a enfermedades crónicas. Su aporte de vitamina E y fitoquímicos los convierte en aliados para la piel y el sistema inmunológico. Además de sus beneficios cognitivos, los frutos secos ayudan a controlar el colesterol y los triglicéridos. La Clínica Universidad de Navarra destaca que avellanas

y almendras protegen contra el daño celular gracias a sus propiedades antioxidantes. Su consumo moderado también está vinculado a la reducción de ansiedad y depresión, mejorando el estado de ánimo y la energía diaria. Sin embargo, es clave moderar las porciones. La ración ideal es de 30 gramos al día, equivalentes a 20 almendras o 15 nueces. Expertos advierten que excederse puede aumentar la ingesta calórica y de sodio. Mayo Clinic recomienda optar por versiones naturales o tostadas, evitando mezclas con azúcares o sal, para maximizar sus beneficios sin riesgos digestivos o alérgicos.