El fuego en pastizales amenaza a los escarabajos peloteros y la fertilidad del suelo

La quema controlada de pastizales, práctica ganadera tradicional para renovar forrajes y controlar parásitos, está teniendo un efecto devastador en las poblaciones de escarabajos peloteros. Una investigación realizada en 2024 en ranchos del centro de Veracruz, México, evaluó cómo esta herramienta de manejo afecta a estos insectos cruciales. Los hallazgos indican que el fuego modifica profundamente el hábitat, perjudicando especialmente a las especies que se alimentan de carroña y a las que construyen complejas galerías subterráneas. Estos coleópteros, pertenecientes a la familia Scarabaeidae, son ingenieros del ecosistema. Su labor consiste en reciclar materia orgánica, como estiércol, animales muertos y frutos descompuestos, formando bolas que entierran para alimentarse y criar a sus larvas. Un solo ejemplar de la especie Dichotomius colonicus puede enterrar hasta 120 gramos de excremento en un solo día.

Esta actividad no solo limpia los pastizales, sino que también mejora la porosidad, la infiltración de agua y el intercambio de gases del suelo, promoviendo su salud y fertilidad. La desaparición de estos escarabajos debido al uso reiterado del fuego conlleva graves consecuencias ecológicas y económicas. Sin ellos, el estiércol se acumula en la superficie, reduciendo el área disponible para el pastoreo y favoreciendo la proliferación de moscas y parásitos como las garrapatas. Además, se pierde la valiosa reincorporación de nutrientes al suelo, lo que a la larga degrada su calidad y reduce la productividad de los pastos. Los expertos abogan por una planeación cuidadosa de las quemas, promoviendo su reducción progresiva y la adopción de prácticas ganaderas más sostenibles que conserven esta vital biodiversidad del suelo.