Inseguridad en centros comerciales: responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanos

La ola de asaltos en centros comerciales como Plaza Dorada y Solesta evidencia fallas en la seguridad pública y privada. Las bandas criminales actúan con impunidad debido a la falta de coordinación entre corporaciones policiacas y la escasa inversión en vigilancia. Este panorama refleja un problema sistémico que requiere acciones inmediatas. Las autoridades deben reforzar estrategias contra el crimen organizado, mientras que los establecimientos comerciales deben priorizar sistemas de videovigilancia y capacitación de personal. La ausencia de protocolos claros facilita la huida de los delincuentes, poniendo en riesgo a empleados y clientes.

La descomposición social agrava el problema, con jóvenes reclutados por el narcotráfico y la normalización de la violencia. Expertos recomiendan evitar horarios riesgosos, no exhibir objetos de valor y no resistirse durante un asalto. La autoprotección, como en casos internacionales, se vuelve clave ante la ineficacia institucional. La solución demanda corresponsabilidad: el Estado debe recuperar el control territorial, y la sociedad adoptar precauciones básicas para reducir vulnerabilidades.