Israel ataca prisión de Evin en Teherán: escalada de conflicto con Irán

Israel intensificó su ofensiva contra Irán con un ataque a la prisión de Evin en Teherán, blanco simbólico por albergar presos políticos y occidentales. Las imágenes difundidas por la televisión estatal iraní mostraron daños en la instalación, aunque sin reportes inmediatos de víctimas. Autoridades israelíes afirmaron que el objetivo era presionar al régimen, no derrocarlo, pero el ataque marca un nuevo capítulo en el conflicto entre ambos países, enemigos históricos desde la Revolución Islámica de 1979. El contexto revela una estrategia calculada: Israel busca debilitar infraestructuras clave vinculadas al control interno y la represión en Irán. La prisión de Evin, conocida por su trato brutal a disidentes, es un símbolo del aparato de seguridad iraní. Funcionarios

israelíes, bajo anonimato, insistieron en que estos ataques no buscan un cambio de régimen, sino forzar concesiones. Sin embargo, las declaraciones del Ministerio de Defensa israelí, que prometió castigar al dictador iraní, sugieren una escalada retórica peligrosa. Las consecuencias podrían extenderse más allá de la región. Irán amenazó con represalias contra intereses estadounidenses, mientras la UE pidió desescalada. Organizaciones de derechos humanos alertaron sobre el riesgo para los prisioneros en Evin, y el temor a una guerra regional crece tras la participación indirecta de EE. UU. en los ataques. Con cifras de víctimas en aumento y la sombra del programa nuclear iraní, la comunidad internacional enfrenta un desafío crítico para evitar una catástrofe mayor.