Juez ordena desactivar marcapasos de condenado a muerte en Tennessee para evitar sufrimiento

Un juez de Tennessee dictaminó que las autoridades deben desactivar el marcapasos de Byron Black, condenado a muerte, para evitar que el dispositivo interfiera con su ejecución. El fallo busca prevenir que el desfibrilador automático implantado en Black le administre descargas eléctricas durante la inyección letal, lo que podría causarle dolor extremo. La medida fue ordenada por el juez Russell Perkins, quien aseguró que el procedimiento no retrasará la ejecución prevista para el 5 de agosto. Byron Black, de 69 años, fue condenado en 1988 por el asesinato de su pareja y sus dos hijas en un crimen motivado por celos. Su dispositivo cardíaco, instalado en mayo de 2024, incluye funciones de marcapasos y desfibrilador, lo que generó preocupación entre sus abogados. Argumentaron que si el pentobarbital (droga usada en la ejecución) altera su ritmo cardíaco, el aparato podría intentar reanimarlo con choques, prolongando su agonía.

El juez Perkins determinó que el estado debe desactivar el dispositivo minutos antes del procedimiento, con supervisión médica. Los abogados de Black continúan buscando recursos legales para detener la ejecución, alegando que sufre demencia y daño cerebral. Aunque el estado insiste en que el pentobarbital lo dejará inconsciente, expertos médicos presentaron testimonios contradictorios sobre si sentiría dolor. Mientras tanto, la Fiscalía apelará la orden de desactivar el marcapasos, argumentando que el juez excedió su autoridad. La ejecución de Black ha sido pospuesta tres veces, pero ahora parece inminente a menos que intervenga el gobernador.