¿Las caricaturas infantiles son perjudiciales? Psicóloga revela impactos en el desarrollo

Las caricaturas, aunque parecen inofensivas, pueden afectar negativamente el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, según Alejandra Zertuche, psicóloga infantil. Programas con personajes groseros o violentos, como Peppa Pig, fomentan conductas inapropiadas al normalizar berrinches o falta de respeto. La especialista advierte que, antes de los tres años, lo ideal es evitar pantallas para no limitar la interacción con el entorno real, crucial para la neuroplasticidad. A partir de esa edad, recomienda contenidos que promuevan valores como empatía y creatividad, con supervisión estricta del tiempo de exposición. El contexto actual hace casi imposible evitar que los niños consuman caricaturas, pero Zertuche insiste en elegir opciones menos dañinas. Series como Bluey o Daniel el Tigre son preferibles por enseñar

habilidades sociales positivas. Sin embargo, plataformas como YouTube Kids no garantizan seguridad total, ya que contenido inapropiado, como personajes terroríficos, puede filtrarse. La psicóloga destaca que incluso programas etiquetados como educativos deben evaluarse, pues algunos priorizan el entretenimiento sobre el aprendizaje. Las consecuencias de una exposición desmedida incluyen menor capacidad de atención, imitación de malos comportamientos y reducción de la interacción física. Zertuche sugiere limitar el consumo a una hora diaria y complementarlo con actividades sin pantallas, como juegos creativos o lectura. Finalmente, recalca que la responsabilidad recae en los padres: No hay caricaturas perfectas, pero sí elecciones más conscientes. Entre las alternativas seguras destacan Ms Rachel y Las pistas de Blue, que combinan diversión con estímulos cognitivos.