Lunares, verrugas y pecas: cómo diferenciarlos y cuándo preocuparse

La piel puede presentar diversas marcas, como lunares, verrugas y pecas, cada una con características únicas. Los lunares son acumulaciones de melanocitos, a menudo influenciadas por genética y exposición solar. Algunos pueden ser benignos, pero cambios en tamaño, color o forma requieren atención médica para descartar riesgos como el melanoma. Las verrugas, causadas por el virus del papiloma humano (VPH), son protuberancias rugosas y contagiosas. Aunque no suelen ser peligrosas, pueden ser molestas y difíciles de eliminar.

Su aparición en zonas de roce puede causar dolor, por lo que se recomienda tratamiento dermatológico si persisten o se multiplican. Las pecas, en cambio, son manchas pequeñas y planas vinculadas a la exposición solar y la genética. No representan riesgo, pero indican sensibilidad a los rayos UV, por lo que exigen protección solar constante. Observar cambios en la piel y consultar a un especialista ante señales de alerta es clave para mantenerla saludable.