Mercado negro de gasolina en México: un negocio histórico que impulsa la inflación

El mercado ilegal de gasolina en México no es un fenómeno reciente. Desde los años 80, operaciones clandestinas en altamar y ductos han desviado millones de litros, evadiendo controles fiscales. Pemex, históricamente afectado, ha sido cómplice pasivo debido a la corrupción interna. Este esquema, perfeccionado por administraciones pasadas, se mantuvo oculto hasta que la 4T lo expuso, aunque sin erradicarlo. Expertos señalan que la falta de transparencia en refinerías como Deer Park facilita el desvío. La inflación, agravada por el robo de combustible, sigue siendo una consecuencia directa. Durante años, el huachicol fue la caja chica de políticos y empresarios. El actual gobierno intentó controlarlo, pero la red es tan extensa que persiste.

La venta ilegal subsidia precios artificialmente, pero su eliminación dispararía los costos. Sin este mercado negro, la gasolina alcanzaría su valor real, generando gasolinazos e inflación. El círculo vicioso entre corrupción y economía sigue sin romperse. Las consecuencias económicas son inevitables. Cuando el subsidio oculto del combustible ilegal desaparezca, los precios subirán, impactando a los consumidores. La inflación, ya en aumento, podría acelerarse, afectando a sectores vulnerables. Mientras no se auditen las finanzas de Pemex y se persiga a los responsables, el mercado negro seguirá siendo un lastre para México. La solución requiere transparencia y acciones concretas, no solo discursos.