Miguel Dávila: el veterinario que regala 60% de su trabajo a animales necesitados

Miguel Dávila, veterinario con 45 años de experiencia en La Laguna, ha convertido su clínica en un refugio para animales desamparados. Fundador de la primera Escuela de Medicina Veterinaria en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, fue expulsado por rebeldía política pero nunca abandonó su misión. Hoy, el 60% de sus consultas son gratuitas, convencido de que el bien que hace retorna. Su filosofía se basa en tratar a los animales con amor, pero sin olvidar la importancia de las conexiones humanas. Desde 1974, Dávila ha luchado por la profesionalización de la veterinaria en México. Junto a compañeros de la Preparatoria Venustiano Carranza, impulsó la carrera en la Narro, superando obstáculos políticos. Su rebeldía lo llevó al exilio en Michoacán, donde terminó sus estudios. En 1982, regresó a Torreón y fundó la Clínica Veterinaria El Perro, que hoy es un referente regional.

A sus 68 años, planea retirarse gradualmente, dejando su legado a un equipo que ha formado con esmero. Critica la tendencia de priorizar mascotas sobre personas, aunque defiende su cuidado responsable. Las leyes animalistas no bastan sin justicia real, afirma. Su conexión con los animales es profunda, pero insiste en que la salud emocional humana no debe depender de ellos. Con 7080 pacientes diarios, su mayor recompensa es la gratitud, no el dinero. Dar hasta que duela, repite, inspirado por la Madre Teresa. Para Dávila, la vida es un ciclo: lo que das, vuelve. Sus posesiones, dice, son fruto de esa generosidad recíproca.