Muerte de capitán de Marina en ejercicio de tiro real enciende alarmas por caso huachicol

La muerte del capitán Adrián Omar del Ángel Zúñiga durante un ejercicio de tiro real en Puerto Peñasco, Sonora, ha generado una inmediata ola de especulaciones y cuestionamientos hacia la versión oficial proporcionada por la Secretaría de Marina. El hecho ocurre en un contexto de máxima tensión dentro la institución castrense, sacudida por una vasta investigación por el llamado huachicol fiscal, un esquema de corrupción que ha llevado a prisión a un vicealmirante, otros oficiales, empresarios y servidores públicos. La opacidad en los detalles del incidente que costó la vida al capitán Zúñiga, quien anteriormente estuvo asignado en la estratégica aduana de Manzanillo, alimenta la desconfianza ciudadana. Este es el tercer incidente fatal vinculado al caso, tras el asesinato del contraalmirante Fernando Guerrero Alcántar, quien fue el denunciante original de la red corrupta, y el reciente suicidio de Abraham Jeremías Pérez Ramírez, otro capitán mencionado en la investigación.

Las declaraciones del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, y de la presidenta Claudia Sheinbaum, exonerando rápidamente a los fallecidos de cualquier vinculación con el caso, han sido percibidas como apresuradas y carentes de sustento público. La falta de transparencia y las contradicciones en las narrativas oficiales abonan a un clima de impunidad y proteccionismo de elite. Las consecuencias directas son una severa erosión de la credibilidad en las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia. La sociedad exige una investigación imparcial y exhaustiva que aclare no solo las muertes de los capitanes Pérez y Zúñiga, sino que también determine las responsabilidades políticas e institucionales al más alto nivel, incluyendo la del exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, cuyo posible envolvimiento sigue siendo un punto central de controversia pública.