México anuncia inversión récord de 8. 177 millones de dólares para modernizar la red eléctrica nacional

El Gobierno de México ha destinado una inversión histórica de 8. 177 millones de dólares para la ampliación y modernización de la red eléctrica nacional entre 2025 y 2030. Este megaproyecto incluye la construcción de 524 nuevas subestaciones eléctricas y la instalación de 6. 735 kilómetros de cableado de alta tensión. La iniciativa, calificada como la más ambiciosa en la historia reciente del país, tiene como objetivo principal eliminar los cuellos de botella en la distribución de energía y satisfacer la demanda creciente. La región norte de México concentrará la mayor parte de los esfuerzos, con la construcción de 247 subestaciones y 3. 079 kilómetros de tendido eléctrico, reconociendo así su potente actividad industrial y económica. El centro y sur del país también se verán beneficiados con el resto de la infraestructura planificada, lo que busca un desarrollo más equilibrado.

Este proyecto se enmarca en la necesidad urgente de actualizar una red eléctrica que ha sufrido de falta de inversión y mantenimiento durante décadas. La infraestructura energética actual no da abasto para soportar el crecimiento poblacional e industrial, especialmente en estados del norte donde la capacidad está al límite. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) será la encargada de ejecutar las obras, que pretenden no solo aumentar la capacidad sino también mejorar la eficiencia y la confiabilidad del servicio para todos los usuarios, desde hogares hasta grandes empresas. Las consecuencias de esta masiva inversión se prevén transformadoras para el país. Se estima que el proyecto beneficiará directamente a 50 millones de mexicanos, garantizando un suministro de energía más estable y apoyando el desarrollo económico regional. Además, generará miles de empleos directos e indirectos durante su fase de construcción y posterior mantenimiento. La modernización de la red es un paso crucial para atraer nuevas inversiones industriales, reducir pérdidas de energía y sentar las bases para un futuro con energías más limpias. La culminación exitosa de este plan marcaría un antes y un después en la infraestructura nacional, potencialmente cambiando la realidad energética de México para las próximas décadas.