Norberto Chargoy, portero veterano, celebra el Día del Abuelo lejos de sus nietos en Hermosillo

Norberto Chargoy, arquero del Team Bustamante, vivió un Día del Abuelo atípico, celebrando a la distancia con su nieto Maximiliano de 10 años y su nieta Lia Aitana de 1 año. Aunque la compañía de su esposa Francisca y sus amigos del fútbol lo reconforta, el anhelo de patear un balón nuevamente con su nieto mayor es constante. La familia Chargoy Trejo reside en Hermosillo, mientras que los pequeños viven fuera de la ciudad, lo que ha demandado paciencia y creatividad para mantener los lazos afectivos. El fútbol ha sido el hilo conductor de esta relación a distancia. Chargoy, de 56 años, es una leyenda local tras una extensa carrera que incluyó al profesional Soles de Hermosillo en los años ochenta.

Él inculcó el amor por el deporte a sus hijos, aunque fue su nieto Max quien heredó su pasión específica por el arco y su equipo favorito, el León. Esta conexión deportiva se ha convertido en el puente emocional que supera la lejanía física, manteniendo viva la complicidad entre abuelo y nieto. Para Chargoy, la paternidad fue un aprendizaje, pero la experiencia de ser abuelo le ha permitido comprender plenamente el amor incondicional. Reconoce que este sentimiento es único y diferente, donde se disfruta de la compañía de los nietos sin las responsabilidades directas de la crianza. Aunque una simple llamada se convierte en un momento mágico, su mayor deseo es poder reunirse pronto con ellos para volver a vivir la alegría de jugar juntos, creando nuevos recuerdos junto al balón que tanto los une.