Ozzy Osbourne convirtió su amor por Sharon en un himno eterno con Mama, I’m Coming Home

Ozzy Osbourne plasmó su amor por Sharon Osbourne en Mama, I’m Coming Home, una balada que trascendió como uno de sus mayores legados musicales. Lanzada en 1991 como parte del álbum No More Tears, la canción fue coescrita con Lemmy Kilmister de Motörhead y el guitarrista Zakk Wylde. Lejos de su habitual intensidad heavy, Ozzy exploró temas como el arrepentimiento y la redención, dedicando la letra a su esposa, a quien llamaba cariñosamente Mama. La canción surgió durante un periodo de sobriedad del artista, marcando un giro hacia una expresión más íntima y personal. El tema no solo se convirtió en un clásico del rock, sino también en un símbolo de su relación con Sharon, quien fue su manager y compañera de vida desde 1982.

Ozzy reveló que la melodía llevaba años en su mente, pero fue durante la producción de No More Tears que encontró la forma perfecta para expresar su mensaje. La frase Mama, I’m coming home era algo que solía decirle a Sharon al final de cada gira, convirtiéndola en un emotivo guiño a su vida en común. En sus últimos conciertos, la interpretación de esta canción conmovió al público, especialmente cuando Ozzy, con la voz quebrada, la cantó como despedida. Su muerte en julio de 2025 reforzó el peso emocional de la balada, que hoy se recuerda como un testamento de amor y humanidad en una carrera dominada por el exceso y la oscuridad. Mama, I’m Coming Home sigue resonando como un recordatorio de que, detrás del mito, hubo un hombre que encontró redención en el amor.