Padres cierran escuelas en Tamaulipas forzando solución inmediata a falta de maestros

En un hecho sin precedentes, padres de familia en Ciudad Victoria cerraron con cadenas y candados dos instituciones educativas, dejando sin clases a cerca de mil alumnos. La medida de fuerza, ejecutada esta semana, tuvo un efecto inmediato sobre la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET).

Lo que no se solucionó tras meses de trámites y oficios ignorados, se resolvió en cuestión de horas después de las protestas, evidenciando una crisis de gestión. El conflicto estalló primero en el Jardín de Niños Herlinda Lavín Gómez, donde los padres bloquearon el acceso exigiendo un intendente tras más de noventa días sin ese servicio.

Al día siguiente, la protesta se replicó en la Primaria Leona Vicario, donde demandaban un maestro titular para un grupo de tercer grado. Ante el cierre total de las escuelas, la SET se vio obligada a actuar con celeridad.

Frente a la presión, las autoridades educativas asignaron rápidamente un intendente para el jardín de niños y anunciaron una nueva maestra para la primaria. Sin embargo, los padres se mantienen cautelosos, exigiendo documentación oficial que garantice la permanencia del personal asignado.

Un jefe del Departamento de Primarias atribuyó los retrasos a trámites burocráticos con el FONE, el fondo federal para nóminas, pero prometió agilizar los relevos. Este caso no es aislado, sino el síntoma de un problema estructural en Tamaulipas.

Según asociaciones de padres y maestros, aproximadamente el 15% de las escuelas de educación básica operan con vacantes de personal docente o administrativo. Se reporta que en Ciudad Victoria existen alrededor de 300 maestros comisionados en labores administrativas que podrían cubrir las faltas en las aulas, una solución que aún no se implementa de manera sistemática.

Las consecuencias de esta crisis son directas para los estudiantes, quienes sufren clases perdidas, asistencia irregular y un aprendizaje rezagado. Las raíces del problema incluyen jubilaciones, migración de docentes a otros estados o al sector privado, y recortes presupuestales.

Aunque la SET realiza contrataciones temporales, estas soluciones son parciales y de corta duración, perpetuando un ciclo de desatención que solo se rompe con la presión social directa, como lo demostraron los recientes cierres..