Repelentes naturales contra mosquitos: aceites y plantas que sí funcionan

Con la llegada de las lluvias, los mosquitos se convierten en una molestia constante y un riesgo para la salud. Afortunadamente, alternativas naturales como aceites esenciales de eucalipto, citronela o lavanda ofrecen protección sin químicos agresivos. Estos productos, mezclados con aceites base, pueden aplicarse directamente sobre la piel o usarse en difusores para crear barreras aromáticas. Además, plantas como la albahaca o el geranio limón actúan como repelentes naturales cuando se colocan en ventanas o jardines. El contexto es clave: los mosquitos proliferan en ambientes húmedos y con agua estancada. Por ello, eliminar criaderos potenciales, como macetas o recipientes abandonados, reduce su presencia.

Complementar estas medidas con velas aromáticas o inciensos durante el atardecer —cuando los insectos son más activos— aumenta la eficacia. Incluso infusiones de citronela pueden usarse como spray ambiental, siempre que no irriten la piel. Las consecuencias de no protegerse van desde picaduras irritantes hasta enfermedades como dengue o zika. Para aliviar molestias, aplicar hielo o cremas con calamina ayuda a reducir la inflamación. Fomentar depredadores naturales, como murciélagos, también contribuye al control de plagas. Estas soluciones, combinadas con ropa clara y de manga larga, forman una estrategia integral para disfrutar espacios libres de mosquitos sin dañar el medio ambiente.