Secretos del Palacio de Bellas Artes: el emotivo origen de las cabezas de perro
Descubre la historia oculta detrás de los detalles arquitectónicos más curiosos del icónico recinto.
24 Jun, 2025 15:23
El Palacio de Bellas Artes, joya cultural de México, esconde un tributo conmovedor en su fachada: dos cabezas de perro esculpidas en honor a Aída, la mascota del arquitecto Adamo Boari. Este detalle, poco conocido, refleja la conexión emocional entre el creador y su obra, fusionando arte y sentimentalismo en un símbolo patrimonial. La construcción del palacio, iniciada en 1904, enfrentó retrasos por conflictos históricos y cambios de diseño. Boari, inspirado en estilos neoclásicos y mesoamericanos, integró este homenaje a su
perra, quien lo acompañó durante el proyecto hasta su fallecimiento. Las figuras, ubicadas en la ornamentación, se mantienen como testimonio de su legado afectivo. Hoy, el Palacio de Bellas Artes no solo es un referente artístico, sino también un espacio que guarda historias humanas. Las cabezas de perro, más que un elemento decorativo, representan la lealtad y el cariño que trascendieron en la arquitectura. Este relato enriquece la visita al recinto, invitando a apreciar sus detalles con una mirada emotiva.