Sheinbaum enfrenta doble presión: AMLO y EE. UU. amenazan su gobierno

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se encuentra en una encrucijada política sin precedentes. Por un lado, su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, consolidó un cerco interno al colocar incondicionales en puestos clave, desde el SAT hasta la UIF, limitando su autonomía. Además, le heredó crisis como la violencia, el desabasto de medicamentos y proyectos costosos como el Tren Maya, que han agotado las finanzas públicas. Esta herencia complica su capacidad de maniobra en un escenario ya de por sí complejo. El segundo cerco proviene de Estados Unidos, donde figuras políticas como Donald Trump y Marco Rubio han acusado al gobierno mexicano de complicidad con el narcotráfico. Las declaraciones de altos funcionarios estadounidenses sugieren una investigación en curso que podría implicar a miembros prominentes de la llamada 4T, incluido López Obrador.

Testigos clave, como los hijos de El Chapo Guzmán, podrían revelar vínculos entre políticos mexicanos y cárteles, aumentando la presión internacional sobre Sheinbaum. Ante este panorama, la presidenta enfrenta decisiones críticas. Si se distancia de López Obrador, arriesga el apoyo de su base más radical; si lo defiende, podría verse arrastrada por los escándalos. Mientras tanto, México enfrenta una caída en inversión, empleo y confianza institucional. Las próximas semanas definirán si Sheinbaum logra romper estos cercos o si su gobierno quedará marcado por la crisis. La incertidumbre política y económica amenaza con profundizar los desafíos del país.