TDAH: mitos y realidades sobre el trastorno que afecta al 8. 8% de la población mundial

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica real, aunque rodeada de desinformación. Según el neuropediatra Antonio Rizzoli, el estigma y los prejuicios han llevado a muchos a negar su existencia, atribuyendo los síntomas a simple distracción o mala conducta. Sin embargo, el TDAH afecta al 8. 8% de la población global, según la OMS, y su diagnóstico clínico requiere evaluar impactos persistentes en áreas académicas, sociales o personales. Uno de los mayores desafíos es evitar el sobrediagnóstico y la sobremedicación, especialmente en niños inquietos que no necesariamente padecen el trastorno. Rizzoli enfatiza que el metilfenidato, fármaco común para el TDAH, no debe usarse para sedar, sino para mejorar el desarrollo integral.

Además, critica la tendencia a etiquetar sin evaluación profesional, lo que genera tratamientos inadecuados. Por otro lado, advierte sobre el infradiagnóstico en niñas, cuyos síntomas suelen atribuirse a causas emocionales en lugar de buscar una evaluación médica. Las consecuencias de no abordar el TDAH correctamente son graves: bajo rendimiento académico, dificultades laborales y problemas emocionales. Rizzoli insiste en la necesidad de intervenciones tempranas y un enfoque personalizado, ya que no todos los casos requieren medicación. La clave, subraya, es entender que el TDAH no define a la persona, pero su manejo adecuado puede transformar su calidad de vida. Con información de la UNAM y la Universidad Iberoamericana, se busca concientizar sobre este trastorno en su Día Internacional (13 de julio).