Cuidados esenciales para regar geranios en maceta y evitar su pudrición

Los geranios son plantas populares por su resistencia y vibrantes flores, pero un riego incorrecto puede dañar sus raíces. En macetas, el exceso de agua es el error más frecuente, provocando encharcamientos y hongos. Para evitarlo, riega solo cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, usando un palillo de madera como guía. En verano, hazlo cada 35 días, y en invierno, reduce la frecuencia a una vez por semana. Estas plantas necesitan luz solar directa, pero no durante las horas de mayor calor. Ubícalas en semisombra o cerca de ventanas si están en interiores.

Elige macetas de barro o cerámica porosa, que facilitan la evaporación del exceso de humedad. Además, usa una mezcla de tierra con perlita y turba para mejorar el drenaje y evitar la acumulación de agua en las raíces. Evitar mojar hojas y flores directamente previene la aparición de hongos. Asegúrate de que el agua drene por los agujeros de la maceta y retira el exceso. Con estos cuidados, tus geranios lucirán radiantes en jardines, terrazas o balcones, aportando color y aroma a tu hogar. Su versatilidad y bajo mantenimiento las convierten en la opción perfecta para principiantes y expertos en jardinería.