Detención de migrante mexicano en Hawái por rastreo de sus remesas familiares

Gregorio Córdova Murrieta, un migrante de 48 años originario de Teziutlán, Puebla, fue detenido el 15 de junio en Honolulu por agentes del ICE acusado de reingreso ilegal a Estados Unidos. La particularidad del caso radica en el método de localización: las autoridades lo rastrearon mediante el análisis de las 11 transferencias de dinero que realizó a México entre 2021 y mayo de 2024, utilizando su pasaporte mexicano y su dirección en Hawái. Agentes de Seguridad Nacional montaron vigilancia en su domicilio para confirmar su identidad antes de proceder a su arresto. El contexto de esta detención revela una alarmante ampliación de las herramientas de control migratorio. Las bases de datos financieras, creadas originalmente para combatir delitos graves como el lavado de dinero y el narcotráfico, están siendo utilizadas para perseguir a migrantes sin antecedentes penales. Gregorio, quien trabajaba en la instalación de azulejos, enviaba remesas para mantener a sus padres enfermos y pagar los estudios de cosmetología de su hija menor en Teziutlán.

Este hecho ha generado una profunda preocupación entre las organizaciones de defensa de los derechos migrantes. Las consecuencias inmediatas para Córdova Murrieta incluyen su reclusión en un centro de detención federal a la espera de su sentencia, prevista para el 9 de septiembre. Tras declararse culpable para agilizar el proceso, se espera su deportación a México. Este caso sienta un precedente peligroso que podría afectar a millones de migrantes que dependen de las remesas para subsistir, transformando un acto de solidaridad familiar en una herramienta de persecución. Abogados como Daniel Werner ya han presentado demandas para limitar el acceso gubernamental a estos datos financieros, alertando sobre los riesgos de esta práctica.