Grandes mitos del calor en verano que debes evitar para cuidar tu salud

Con la llegada del verano, muchas personas recurren a consejos tradicionales para combatir el calor, pero no todos son efectivos. Beber agua helada, por ejemplo, puede generar el efecto contrario: el cuerpo reacciona aumentando su temperatura interna para compensar el frío. Lo ideal es consumir agua fresca, no helada, y mantenerse hidratado durante todo el día para evitar golpes de calor. El uso adecuado del aire acondicionado es clave para evitar riesgos en días calurosos. Aunque algunos creen que es dañino, la realidad es que, con una temperatura entre 24 y 26 grados y una correcta ventilación, puede ser un gran aliado. Además, es fundamental limpiar los filtros regularmente para evitar problemas respiratorios.

Pequeños ajustes marcan la diferencia entre un ambiente confortable y uno perjudicial. Contrario a lo que muchos piensan, consumir comidas calientes o picantes en verano puede ayudar a regular la temperatura corporal. En países con climas extremos, estos platos son comunes porque estimulan la sudoración, un mecanismo natural de enfriamiento. Del mismo modo, vestir ropa ligera pero de tejidos transpirables como algodón o lino es más efectivo que simplemente reducir la cantidad de prendas. Pequeños cambios en los hábitos pueden hacer que el verano sea más llevadero y saludable.