Historia del Osito Bimbo: cómo nació y evolucionó la icónica mascota

El Osito Bimbo es uno de los personajes más reconocidos de México, pero pocos conocen su curioso origen. Surgió en 1945 cuando los fundadores de Grupo Bimbo encontraron inspiración en una tarjeta navideña con un oso animado. Anita Mata, esposa de uno de los creadores, diseñó la primera versión, añadiendo un gorro, delantal y una rebanada de pan. Alfonso Velasco perfeccionó su nariz, definiendo la imagen clásica que perduró por décadas. El nombre Bimbo fusionó influencias como Bingo, Bamb y términos cariñosos italianos y chinos. A lo largo de los años, el Osito Bimbo ha experimentado múltiples rediseños para mantenerse relevante. En 1947, se añadió su sonrisa característica y la cofia de panadero, mientras que en los 50 adoptó colores vibrantes y facciones más amables. Los 80 marcaron su simplificación gráfica, destacando detalles como pestañas y huellas.

En 1995, se enfatizó su expresión alegre con iris en los ojos y proporciones infantiles, acercándolo al público más joven. Cada cambio reflejó avances tecnológicos y tendencias sociales, consolidándolo como un símbolo de frescura y tradición. En el siglo XXI, el Osito Bimbo dio el salto a la era digital. En 2007, se transformó en un modelo 3D con pelaje detallado y complexión esbelta, alineándose con mensajes de salud. Su último ajuste en 2012 redujo su volumen corporal, manteniendo su esencia jovial. Hoy, aunque menos visible en empaques, sigue vivo en comerciales y redes sociales. Su legado perdura como testimonio del ingenio publicitario y el cariño de generaciones, siendo un ícono cultural que trasciende el marketing.