Kim Jong-un ordena expansión nuclear rápida tras maniobras militares de EE. UU. y Corea del Sur

Corea del Norte ha respondido con una escalada retórica y de amenazas a los ejercicios militares conjuntos Escudo de la Libertad de Ulchi, iniciados esta semana por Corea del Sur y Estados Unidos. Kim Jong-un, durante una visita a un destructor de la Armada, calificó las maniobras como una expresión evidente de voluntad belicista y un ensayo de invasión contra su país. Las maniobras, de once días de duración, están enfocadas en mejorar la respuesta ante las crecientes amenazas nucleares de Pionyang. El contexto de esta tensión se enmarca en los esfuerzos rutinarios y defensivos que Seúl y Washington realizan anualmente, los cuales suelen ser criticados sistemáticamente por el régimen norcoreano. No obstante, esta edición de los ejercicios ha sido ajustada, reprogramando veinte eventos de entrenamiento sobre el terreno para septiembre, en un posible gesto del presidente surcoreano Lee Jae-myung por aliviar las tensiones.

Analistas se muestran escépticos sobre si estos ajustes moderarán la respuesta de Pionyang, que históricamente ha utilizado estas actividades como justificación para sus pruebas armamentísticas. Las consecuencias inmediatas son un notable aumento de la beligerancia norcoreana y un claro rechazo a cualquier diálogo de desnuclearización. Kim Jong-un ha exigido la rápida expansión del arsenal nuclear nacional, citando un supuesto elemento nuclear dentro de las maniobras enemigas. Este llamado acelera los planes de armamento del país, que incluye la construcción de un nuevo destructor y pruebas de misiles. Expertos interpretan esto como una señal de que Corea del Norte pretende mejorar irreversiblemente sus armas nucleares, con una capacidad estimada de ensamblar hasta noventa cabezas, consolidando una amenaza permanente en la península coreana.